El miércoles 4 de febrero se realizó la prueba de
freeride. Tras complicadas cábalas el equipo organizador decidió adelantar un día la prueba ya que las previsiones meteorológicas eran desconsoladoras para el jueves, programado originalmente. Más de cincuenta esquiadores venidos de diferentes puntos del Pirineo se enfrentaron a las pendientes del Puig Falcó con una nieve excelente. El reto era descender por la cara noroeste de la montaña a través de estrechos corredores y barreras rocosas salpicadas de nieve a la máxima velocidad posible y ejerciendo el mayor control sobre los esquís en los frenéticos giros y saltos de varios metros. A media mañana el tiempo se despejó y las condiciones fueron ideales para bajar rápido y sin prejuicios por las empinadas laderas del Puig Falcó. La sensación de la prueba fue el alpinista Javier Marín que con esquís de montaña y botas ligeras realizó uno de los descensos más audaces de la jornada quedando empatado en la tercera posición con reconocidos riders como Joan sabater
. A la noche, la entrega de premios en el bar La Era de Barruera estuvo amenizada por un estupendo concierto de rock duro en el que tampoco faltó adrenalina.
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| Joan Sabater |
Joan sabater, 3º Classificado sufriendo una buena caida en la parte baja del descenso.
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El miércoles 4 de febrero se realizó la prueba de freeride. Tras complicadas cábalas el equipo organizador decidió adelantar un día la prueba ya que las previsiones meteorológicas eran desconsoladoras para el jueves, programado originalmente. Más de cincuenta esquiadores venidos de diferentes puntos del Pirineo se enfrentaron a las pendientes del Puig Falcó con una nieve excelente. El reto era descender por la cara noroeste de la montaña a través de estrechos corredores y barreras rocosas salpicadas de nieve a la máxima velocidad posible y ejerciendo el mayor control sobre los esquís en los frenéticos giros y saltos de varios metros. A media mañana el tiempo se despejó y las condiciones fueron ideales para bajar rápido y sin prejuicios por las empinadas laderas del Puig Falcó. La sensación de la prueba fue el alpinista Javier Marín que con esquís de montaña y botas ligeras realizó uno de los descensos más audaces de la jornada quedando empatado en la tercera posición con reconocidos riders como Joan sabater. A la noche, la entrega de premios en el bar La Era de Barruera estuvo amenizada por un estupendo concierto de rock duro en el que tampoco faltó adrenalina.
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